sábado, 11 de junio de 2022

Ayer, en la reunión de Colón había unos chicos sentados al lado de mis colegas. No pregunté por qué se sentaron al lado nuestro pero enseguida les pregunté qué curso hacían. Dijeron que 3º de la ESO. Uno había repetido tres veces. Yo les di una arenga para que estudiaran y aprobaran pues estos chicos tenían todas las necesidades cubiertas y lo que les pide la sociedad y sus padres es que estudien. Sois estudiantes, les dije, y hacéis mal si no aprovecháis la oportunidad que se os brinda para un futuro. No les dije nada más, aparte de que yo fui profesor y eso les decía a mis alumnos. Por otra parte, estamos ante la dictadura del calor intenso: el calor nos limita la libertad de movimientos de 2 a 6 de la tarde, nos limita la libertad de expresión: solo hablamos del calor que hace y nos limita la pluralidad: todos somos unos borregos metidos en casa hasta que se va el calor. La dictadura del calor es la mayor dictadura que podamos sufrir. Este calor inusual se debe al CO2, al manirroto deseo de comprar cosas que no valen para nada y a la contaminación de los mares por plásticos y demás basuras. Espero que este Antropoceno en que vivimos permita al planeta seguir viviendo.

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