jueves, 7 de mayo de 2020

Tontamente, en 40 días, se nos va a echar el verano encima. En 40 días pueden pasar muchas cosas, pero también puede pasar que esos 40 días vuelen en nuestras vidas y estemos a 20 de junio casi sin quererlo ni olerlo.
Ayer oí una noticia sobre los hoteles o el turismo y la reportera, al terminar dijo: en los hoteles están pedidas todas las habitaciones para agosto. La vida sigue. ¿Y la crisis? ¿Dónde está la crisis? Pronto veremos que allá para julio pero sobre todo para agosto, los desplazamientos van a ser millonarios: 30.000.000 de desplazamientos. Esto me da muchísima envidia. Todo el mundo se desplaza menos yo, que me quedo tumbado las horas de calor en la cama esperando al frescor de la tarde para beberme una cerveza o ir al pueblo de al lado. No entiendo esta sociedad que vive al instante.
Me puedo librar del aburrimiento si escribo mi próxima novela, pero para ello necesito rutina y disciplina y a día de hoy no tengo ni una ni otra. Pero he de intentarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario