lunes, 11 de mayo de 2020

En una discusión, el primero que alza la voz o critica con demasiada saña o se hace dueño del diálogo es el que encrespa la discusión de manera que ya no es diálogo amigable sino discusión.
La enfermedad de mi hermano y la mía tiene como virtualidad empeorar o atravesar fases críticas que el otro hermano debe sufrir a la vez que la sufre el que está enfermo.
De la calidad del cuidador del otro que está enfermo depende la paciencia que este cuidador pueda disponer para enfrentar la fase maniaca del otro, el ingreso, la fase depresiva, etc.
Mi hermano tiene mucha manía de echar la culpa a los medicamentos de sus sufrimientos mentales, pero es muchas veces su conducta errática en la vida la que le conduce a estar mal.
Tenemos varios familiares que en vez de ayudarnos, nos dan problemas. Son gente sin empatía y que no conocen el cariño hacia nosotros. Mi hermano y yo hablamos de esos familiares y hablamos de pastillas, de insomnio pero siempre es mi hermano el primero que alza la voz, que se queja de mí con una amargura excesiva y el que no encuentra tanta maldad en esos familiares.

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