sábado, 16 de mayo de 2020

Me estoy acabando "Lluvia fina", un libro de Luis Landero que compré en una librería en cuanto se acabó el confinamiento. Habla de una familia de dos hermanas y un hermano pequeño. El hermano pequeño se casa con Aurora, que es la depositaria de todos los fracasos de esa familia. Las dos hermanas, Sonia y Andrea, lloran y lloran sus desgracias llamando por teléfono a Aurora. Esa es la lluvia fina que va cayendo y corroyendo la familia. Gabriel, el hermano pequeño casado con Aurora, es muy raro, estudió filosofía pero es rarísimo y Aurora se va dando cuenta poco a poco.

En mi familia, también existe esa lluvia fina de actos, ocultamientos, resentimientos y rarezas que van degenerando en que la comunicación entre sus miembros vaya fatal. Bueno, yo la verdad es que no siendo a mis padres, no veo a mis otros familiares más que de Pascuas a Ramos y así no hay ni cariño, ni nada.
Ha habido muy malas intenciones hacia mí alguna vez por parte de algún miembro de mi familia.
La incomunicación hace la desafección y si encima, intentan un control de la persona, eso hace que uno sienta resquemor hacia la familia.
En realidad, estas personas de mi familia son bastante planas en mi día a día y solo es de vez en cuando cuando quieren actuar contra mí y me lo hacen pasar mal.
Yo creo que todas las familias tienen defectos pues están hechas de hombres y mujeres defectuosos pero hay que apelar al respeto a los miembros de la familia, no ya al amor, porque ese no existe y tratar de no pisotear al otro. Yo con eso me conformaría.

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