miércoles, 14 de marzo de 2018

Uno cree que su familia es una cosa y luego es otra cosa. Uno cree que los miembros de su familia son educados y considerados con uno y luego no lo son. Yo no voy a particularizar sobre mi familia en este blog, pero mi familia me ha decepcionado en gran manera. Las familias de hoy en día, si todas son como la mía, van a su aire, no se preocupan más que de su puto ombligo y a los demás, mierda y si se pueden aprovechar, se aprovechan con descaro.
Mi familia está hecha de gente ruin, que no tiene consideración por los demás miembros que lo están pasando mal pero para llenar la andorga a costa de los oficios culinarios de la abuela son los primeros en apuntarse.
Mi familia esta llena de gente que está como una cabra, malos conversadores, no saben ni dar conversación, hablan como los telegramas y les cuesta acercarse a casa a decir hola y preguntar qué tal estamos los demás.
Mi familia, menos mis padres, que sí tienen educación y decoro y saben estar en este mundo de locos, son todos unos gilipollas desconsiderados que si no es para llenar la tripa no acuden a casa.
Mi familia, por lo tanto, da un poco de asco, pero bueno, es la familia que tengo y no hay otra y me la tengo que tragar.
Mi familia ni es familia ni es nada. Son unos que pasan el domingo comiendo en casa de los abuelos y luego se van.
Mi familia es penosa, está llena de gente rara, manipuladora y mangonera y dan asco casi todos.

La familia es esa cosa que existió hace tiempo y que ahora es reflejo de esta sociedad de mierda en que vivimos.

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