lunes, 9 de noviembre de 2020

 Voy a hablar del dadaísmo. Lo que más me gusta del dadaísmo es su espontaneidad y el hecho de afirmar que la vida del artista ya se puede considerar arte, además de pensar este movimiento artístico de entreguerras que no hay división entre arte y vida. Me gusta de estos escritores y artistas que rompieron con el arte académico y también el hecho de que consideraban el arte un encuentro de la vida y del entendimiento con la casualidad. Querían provocar y poner de manifiesto su decidida lucha contra la sociedad absurda que regía en esa época el mundo. El dadaísmo surgió en Zurich en el cabaret "Voltaire", donde tenían lugar escenificaciones, lectura de poemas absurdos o incomprensibles y performances que querían romper con la convención absurda del arte y además denunciar la guerra y las sociedad burguesa. La palabra dadá fue elegida al azar. No la encontraron en ningún diccionario ni nada, solo que se la inventaron o la dadadupercionacieron.

A mí me gusta el dadá y el gracioso Duchamp que puso un urinario en un museo y pretendió que eso era arte.

Me gustan los poetas del dadá porque hacen poesía de la nada o de la dadá. Molan estos moetas muertos ya porque staban hartos de guerre, guerre, guerre.

Y vivieron en Suiza y soportaron una guerra aún peor y los locos al poder llegaron al horror de matarse entre ellos y los pobres ciudadanos que fueron a la guerra TOTAL.

Pobrecillos los artistas del dadá o del magestabarsiallo.

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