sábado, 27 de octubre de 2018

Ya sabía yo que Almudena Grandes tenía mucho asco al PP, al que creo que considera franquista, facha, fascista y el colmo de todos los males de este país. Lo que no sabía yo es que Almudena Grandes no considerara que una monja es una mujer. Qué pena. Qué falta de empatía por su parte. En fin, Almudena Grandes no respeta a la iglesia porque a lo mejor, Almudena Grandes es comunista y ya se sabe que los comunistas tienen ese aura fanático que todo lo muele, todo lo vuelve del color rojo de la revolución. Ay qué ver, qué cosas pasan. Y tiene muchos premios esta señora tan simpática, muchos premios literarios, que humanos debe tener pocos porque con tanto odio que destila no me la imagino muy humana sino loca por ver algún facha rompiéndose las narices con la hoz o con el martillo.
Hoy sábado, he mirado la lotería y solo me han tocado 18 euros. Bueno, tengo para invitar a los amigos después de ver la peli en la asociación. En documentos, de radio nacional, ha salido la historia de la madre de Ramón Mercader, otro ejemplo de lo bonita que fue la revolución soviética. En fin, ver para creer.
He estado mirando someramente en internet la historia del cine dedicado a la guerra civil española. A mí no me extraña que la perdieran aquellos que la debieron ganar porque eran el gobierno legítimo. Se odiaban entre ellos, qué se le va a hacer. Y a lo mejor perdieron mucho tiempo en asambleas y quemando iglesias y violando monjas en vez de ir al frente.

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