martes, 4 de noviembre de 2014

El ateísmo bien entendido es amigo de la religión. El ateo ha dado vueltas a la idea de Dios y ha pensado que no existe pero respeta al que cree en Dios y aún le envidia o le admira. Otra cosa sería que por determinismo político (leáse marxismo u otras corrientes filosóficas ateas) se niegue a Dios rotundamente e incluso se ataque a la iglesia como creadora de ficciones que en mi opinión no lo son. Yo no creo que donde se asienta la iglesia es un engaño o una ficción. Eso sólo lo puede pensar el ignorante de las ideas religiosas. A mí una vez me dijeron que Jesucristo era un invento de la iglesia. A Jesucristo no lo inventó nadie. De hecho, existió en la Tierra como cualquier mortal y el que crea en su resurrección le igualará a Dios y su palabra. No debemos creer por creer pero tampoco negar evidencias que avala la historia. Que las iglesias son un comecocos, vale pero la idea de Dios la tendrá todo ser humano para negarlo o para creer en El, independientemente de las iglesias. Si quieres creer, cree; si no, no creas pero no seas nunca un ignorante.

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