miércoles, 12 de noviembre de 2014

Bueno. Ya me dispongo a ponerme delante de la página en blanco. A la página en blanco le suelen preceder otras páginas que ya se han escrito pero siempre hay que apelar a la imaginación para rellenar otra u otras dos páginas de la historia que se está escribiendo. La verdadera página en blanco, como es obvio y se puede suponer, es la primera que se escribe y antes de esa página en blanco la sobrevuelan unos pensamientos, unas ideas, la cara amable de un personaje que lo soportará todo, etc. Siempre hay algo antes de todo. Siempre hubo quién escribió, quién inventó, quién trabajó en lo mismo en lo que uno se emplea ahora. Yo tengo unos modelos a los que seguir pero mi escritura debe ser única y peculiar como mi forma de comer o mi forma de dormir. Los escritores se suceden unos a otros y hay tantos que se encuentran parecidos prontamente entre ellos. Pero lo que se cuenta una vez, no se vuelve a contar ya de la misma manera más veces. Si tienes una idea, ponte a la tarea. Es tonto hablar de cómo hacer un jarrón, haz un jarrón.

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