lunes, 6 de febrero de 2023

La fuente y las cuatro

acacias en flor 

de la plazoleta.

Ya no quema el sol.

¡Tardecita alegre!

Canta el ruiseñor.

Es la misma hora

de mi corazón.


Esta cancioncilla es de Machado. Machado acudía al simbolismo para cantar su verdad poética. La plazoleta y las acacias tranquilas marcan una tarde de esperanzado reposo. Cuando la naturaleza coincide con el espíritu del poeta todo está en un feliz equilibrio. Este poema me recuerda a la plaza de mi pueblo: es igual que la que canta el poeta en un momento breve de felicidad. Al decir el poeta que su corazón tiene la misma hora que la pequeña naturaleza que se reúne en la plaza, es que el poeta está tranquilo, como cuando yo veo las cigüeñas del campanario de la iglesia desde la plaza de mi pueblo. Hay que sentir este humilde latir el corazón con el canto del ruiseñor para ver cómo están las cosas en nuestra vida. Todo coincide cuando estamos armoniosos como el crepúsculo que se va.

Los caimanes nacen en el río y el río en la fuente.

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