He ido a ver a mis padres y me he reído con ellos casi a carcajadas. Ya era hora de reír. Luego, a las 8 voy a un funeral y luego, reunión con mi hermana. A ver qué nos dice. Después de ver a mis padres, he ido a comprar unas costillas adobadas para hacer con patatas. Me suelen salir bien: se cuecen un poco las costillas, se trocean las patatas, se hace el sofrito y se junta todo y sale muy rico. La prima del pueblo me ha mandado por wasap unos jeroglíficos de un juego que hacen en el pueblo. He podido averiguar 3 de esos jeroglíficos. Espero que mi primo siga con ánimo y descanse en el pueblo y viva la vida bien. Yo, estos días de atrás me preocupaban mis padres y pensaba cosas raras sobre ellos (que les daba algo, que si la comida, que si esto y que si lo otro). Bueno. Como dice mi hermano Paco, Dios actuará y será lo que Él quiera que sea.

La vida, a veces, es como un pájaro pequeño que no sabe dónde ir.

Deberías beber la cerveza que ha sido servida para ti, por amarga que sea.

Aquí, en el mundo a cada quisqui nos toca una cosa. Hay que tragarla y seguir para adelante.