En la literatura y en la vida hay personajes que no sueñan, que no aspiran a nada. Esas novelas o esas personas no hay que leerlas ni tratarlas respectivamente porque dan depresión. Otros personajes de novela sueñan demasiado con cosas desproporcionadas y tampoco hay que leerlas porque es cruel ver cómo chocan con la realidad reinante. Ni unos ni otros personajes son recomendables para la salud mental. Hay que leer de personajes cuerdos, amables, que consiguen lo que persiguen y llegan a buen puerto. Pocas novelas acaban felizmente, por desgracia. La vida no suele dar premio. Hay que conformarse con lo que hay.

El género femenino es de muy poco saber, pero oigo decir de continuo: "Al caso que es repentino, el consejo de mujer".

Las mujeres son muy prácticas y listas cuando andan en apuros. Este refrán tiene muchos años pues se nota el anti feminismo Y cómo vivían las mujeres antes.