domingo, 14 de noviembre de 2021

Me estoy leyendo "Utopía", de Tomás Moro. En ese libro, se habla de una isla llamada así. En ella, los habitantes solo gastaban un vestido de lana y otro de lino: invierno y verano, respectivamente. Y dice el libro que no eran más ni eran menos por vestir de este modo. No tintaban la lana y el lino era siempre blanco. Hoy en día, se da excesiva importancia a la imagen: el ir presentable o llamando la atención por medio del ropaje. Es otra esclavitud del ser humano en este mundo loco. ¡¡¡¡Cuántas páginas se han derrochado en contar cómo iba vestida la reina!!!!! En fin. Yo no es que vaya a la moda, es que voy muy simple de vestimenta. Pero no soy más ni soy menos por ir así. Ya decía Machado que le perdonaran "su pobre aliño indumentario". Hay gente que de ir bien vestido hace religión. Pero la realidad de la gente no es en cómo viste sino en sus acciones con los demás.

Dice un filósofo muy viejo que lo que hay que ser es buena persona allá donde vayas y punto. Yo me apunto a esto y prescindo de elegancia, presuntuosidad e imagen.

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