jueves, 22 de noviembre de 2018

En la pescadería, por la distancia que hay a los alimentos, me parecen más pequeños. Luego, llego a casa y todo es más grande de lo que imaginé. Y quizás tenga mejor aspecto. Así pasa con todos los anuncios de televisión: cuando poseemos los productos los valoramos más que cuando los vimos anunciados. Mi hermano Paco dice que la gente no valora lo que tiene. Como lo del tomate en un bote. Hay mucha gente detrás de ese bote de tomate para que llegues tú, lo abras y te lo comas. He leído "La rebelión de las masas" de Ortega y Gasset. Dice este filósofo que hoy en día hay una masa que no sabe adónde va ni sabe qué tiene que hacer. Una masa humana que vive como nadie ha vivido nunca en el pasado. Y quiere ser protagonista y mandar en su propia vida. No quiere representantes. Se cree protagonista de la Historia. Cualquier persona hoy en día vive mejor que los reyes de hace tres siglos. Hay médicos y medicinas cuando antes eran inaccesibles, hay consumo de todos los niveles, no nos falta de nada pero el hombre sigue siendo infeliz. Porque es como si hubiera perdido la brújula que le guiaba.

Antes de quejarte, piensa en tus ancestros.

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