domingo, 15 de febrero de 2015

Manolo ha ido al teatro con unos amigos. Manuela, su novia, no ha querido venir con él, ella sabrá. Es uno de los feos que tiene que aguantar Manolo pero se calla. Al salir del teatro, Manolo, como un estúpido obediente, llama enseguida a Manuela pero ella no contesta. Se monta en el autobús para ir a su ciudad y en el recorrido, llama Manuela:
-¿Donde estás?
-En el autobús.
¿Cuánto tardas?
-Diez minutos.
-No te espero. Voy a tomar un café.
-Haz lo que quieras.
La imbécil de su novia no puede esperar 10 minutos para estar juntos y hoy es el día de San Valentín. Bueno.
Manolo va a cenar a casa de sus padres. Está un poco cabreado por culpa de Manuela. Cuando ya ha cenado, llama Manuela.
-Estoy en la cafetería.
-Voy para allá (no tenía que haber ido, lo reconoce).
Manuela se toma el café y salen al frío. Dan unos paseos por la ciudad a lo tonto y al final, Manuela se mete a comer una hamburguesa. Manolo la acompaña. Mientras se come la hamburguesa, Manuela empieza así:
-Te he esperado 20 minutos y has tardado y así, he tenido que comer sola.
-Has sido tú la que no has esperado y te has ido a tomar un café.
-Eres un mentiroso.
Manolo se cansa ya de tanta estupidez. Está deseando abandonar a su novia que sigue insistiendo y tratándole de tonto, llamándole tonto a la cara.
Salen del restaurante.Manuela le acompaña un poco pero, otra vez, no va con él sino que le deja solo a Manolo. Manolo se va a un local y se lo pasa bien charlando. Manuela, estúpidamente, llama al teléfono que Manolo no coge. Está harto de ella. Piensa en dejarla porque además de falsa, no va a ningún sitio con él. Qué asco de chica.

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