Meterse a solucionar la vida de alguien precisa mucho tacto y mucho conocimiento de ese alguien. Yo no me metería nunca en la vida de otros si no supiera que lo que yo iba a hacer era para mejorar esa vida. Pero los hay muy gansos y atrevidos. Los hay que hacen y deshacen sin saber nunca lo que verdaderamente hacen porque no saben, actúan desde la ignorancia de todo y van apabullando, que no ayudando. Si es una ayuda económica pues es muy sencillo: se da el dinero y ya está. Pero si la ayuda que se pretende hacer es en cuanto a la cotidianidad de esa gente a la que pretendes ayudar, hay que tener mucho cuidado. Estás jugando con fuego y, si sale mal tu intención de ayudar, te odiarán esas personas a las que has pretendido ayudar desde la imposición. Nada se debe hacer por imposición en esta vida y menos, una pretendida ayuda.
Unos imbéciles quieren ayudar.
Mejor que se ayuden a sí mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario