martes, 22 de octubre de 2024

 El llanto es inmenso cuando nada hay más que el llanto. Pero se sale de ahí gritando o maldiciendo una temporada loca y no sabemos lo que vamos a vivir los seres humanos pues esta vida es muy incierta. Los perros de la madrugada nos despiertan aterradoramente pero hay que hacerlos frente. Y yo pasaba por allí y llamé y me dijo que no había solución, que todo está muy malamente ya para ella. Y también me dijo que las lunas ya no las ve, de triste que está. Y dice también que la vida cada vez es más difícil porque todo está muy caro y la vivienda y la sanidad y el coño de tu puta madre. Y es así. Solo dije: es así. Tienes toda la razón. Serán las guerras, el frío, no sé, algo que todo lo estropea. Y seguimos llorando, llorando, llorando.

La mar suspira, maldice, nunca ignora.

La Tierra, muda, también sufre.

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