Se debe vivir bien en una capital de provincia como Segovia, no se pasa el agobio de Madrid y la gente es más pacífica. En Segovia hay mucha gente de paso que se admira una y otra vez del acueducto. Hace casi 2000 años que lo construyeron y sigue en pie. ¿No es ello portentoso? Andamos por la calle real. Real no viene de rey, de la realeza, sino de res, que quiere decir cosa en latín. La calle real sería la calle de las cosas, donde pasan las cosas. Allí está la estatua de Juan Bravo, que moriría en el cadalso por enfrentarse al rey Carlos I de España con otros comuneros. Las cosas, en Segovia, son más sencillas, no provocan alboroto, no trascienden. En Madrid capital las cosas tampoco trascienden, no se entera nadie de nada. Paseamos un poco por la calle real de memoria y nos encontramos a alguno del pueblo, un abuelo con sus nietos y le saludamos y vamos al coche y nos venimos ya para casa.
Segovia está dormida de mentira
y pasa un japonés haciendo fotos.
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