Los pulpos son siniestros según un estudioso de Harvard. Las algas y esas cosas viscosas se pegan a los costados de la gente y les provocan aprensión y otras cosas peores. La gente ya está muy lejos de mi ámbito, de mi portal, de mi cuerpo alrededor. La gente ha regañado, está confusa y enfadada y no quiere hacerse presente. La gente come a oscuras aunque sea mediodía. La gente anda de allá para acá y no se la ve, no se la nota siquiera. Parece una lombriz que se metiera bajo tierra. La gente tiene un perímetro, una zona, una oscuridad que quiere preservar para siempre ya, enfadada ya para siempre. La gente es terca, bronca ya para el tiempo en que nos conozcamos. La gente obliga a los demás a ser cautelosos y feos, malos y sinvergüenzas aunque no lo seamos.
Me gano el sudor con este pan tan duro.
Que de corteza parece de una encina.
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