Tengo yo una historia escrita en la que un enfermo mental se pone a escribir de un mundo futuro en un planeta 20 veces más grande que la Tierra. El truco está en que, mientras este enfermo cuenta la historia, también se cuenta la historia del mismo, su primera psicosis, sus ingresos, sus problemas familiares, sus relaciones con el sistema sanitario, etc. La vida a veces está hecha de lo que contamos a los demás, de nuestra exposición de nuestro discursos al tú que tenemos delante. Hay gente que nunca se queja, que nunca expone sus problemas, que va de guais como si a ellos nunca les pasara nada. Es encomiable una persona que, cuando le pasa algo malo, lo sabe esconder a los demás, no se queja y se come sus marrones él solo. Pero la verdad es que quizás no sepa que hay gente alrededor de él que estaría encantado de ayudarle. En fin, es la eterna historia de querer ser discreto y quizás caer mal por el ocultismo de sus cosas. La gente actúa como ha aprendido de pequeño y si ve que sus padres no hablaban de problemas, ellos tampoco lo hacen. Paro es algo peligroso quizás algunas veces. Ya llega la navidad. Hazte la foto en la plaza con el árbol, compra turrón el lobo. Hierve una morada lombarda. Llena el súper el día antes de nochebuena y mira el mensaje del rey. Pero, sobre todo, sé feliz.
Hay que ser discreto en esta vida.
Pero recuerda también que vas a estar callado una eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario