viernes, 8 de noviembre de 2024

 Cuando te sientes motivado para hacer una cosa, la haces casi sin darte cuenta, en un momento que en psicología se llama estado de flujo. Y todo sale bien y no sufres. Lo que no sé es cómo hay que hacer para que esa motivación y estado aparezcan en la persona en cuestión. Lo mejor es no obsesionarse con la tarea a realizar como si esa tarea fuera un frontón en el que chocan tus deseos de quedarte en casa o no hacer nada. Hay que vivir tan en serio las horas de descanso, descansando de verdad, como luego afrontar esas horas de obligada tarea. Y cuando la tarea parece de plástico fino, es cuando gozamos doblemente, trabajando y descansando. Hay que ser listo y delimitar claramente esos dos momentos: descanso y tarea. Si yo me rompo la cabeza con que debo escribir mi novela, nunca seguiré escribiendo. Si lo hago descansado y libre de rechazos, la historia fluirá y no me daré cuenta de que la novela avanza.

No te obsesiones con tu trabajo.

Es la manera de que el trabajo fluya.

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