Si estos blogs sirven para hacer pasar el rato por unos minutos, pues yo tan contento. A veces la calidad de ellos no es muy buena, son un poco extraños y demás. Pero yo también paso el rato escribiéndolos. El rato, ese momento parecido a un roedor que pasa por nuestra vida y no sabemos cómo matarle. Es floja la vida y, a veces, se distiende y no llegan a armarse unos momentos divertidos. Por lo que hay que hacer algo; escribir, salir a la calle, desayunar fuera, leer el periódico, jugar al pádel. En fin, matar el tiempo que es oro, nos han dicho. Si alguien tiene un proyecto que durará meses y es de interés general, por ejemplo, la construcción de un dique, qué entretenido estará ese alguien. Y si no, la rutina de siempre pero ensalzada a la importancia que tiene. La rutina también se salva si es para bien.
Cuerpos jóvenes, salitrosos, flexibles, hondos en el amar
se tendían en la playa y mojaban la arena.
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