miércoles, 20 de noviembre de 2024

 En la vida, no se puede mantener una creencia cerrada, a pies juntillas, sin tener el menor deseo de racionalizar esa creencia de cuando en cuando y darle un poquito de crítica. Así podemos también enjuiciar otras creencias y no creernos que creemos en la verdad absoluta. Así pasa con el que cree en la política de forma cerrada y piensa que todo en el mundo es política: estará equivocado. O el que crea que lo mejor de la vida es tener una buena imagen exterior: también estará equivocado si no somete esta creencia a que sus coetáneos puedan no creer en tener que vestir de forma maravillosa y elegante. Y así todo. Yo, por ejemplo, le doy a la política el interés que tiene y no más. Y encima, la critico por no crear más que líos en la vida pública como ha creado la gota fría de Valencia. La vida no es para creer en esto y en lo otro a ultranza, porque está demostrado que es un error, sino que cada fe que deposites en algo, debes someterlo a crítica porque no todo el mundo piensa lo mismo que tú ni mucho menos.

Flores y libros y sábanas y puñales y pistolas y fusiles:

De estas cosas está hecha la vida, de cosas distintas, para que seamos distintos y creamos en varias cosas, no solo en una.

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