Me he despertado, he ido a la cocina y, mientras bebía mi café con leche, se ha puesto a llover pero bien y aún sigue. Así que he renunciado al periódico y a la calle. O a la calle y al periódico. No me interesan las noticias cuando son pasadas por agua. Siempre están con lo mismo: la política. Los políticos dicen o hacen y los periodistas comentan lo que dicen o hacen los políticos. O sea, un rollo. Tengo que limpiar el cuarto de baño y afeitarme la barba que se ha independizado un poco. Nada más. Los días pasan unos con otros sin interrumpirse nunca. Nosotros pasamos por los días pero con problemas de ánimo, de dinero, de salud, etc. La salud mental siempre es deseable, no vayamos a desbarrar en nuestro comportamiento, que es lo que estudia la psicología y la psiquiatría. El comportamiento humano es un misterio. No sabemos muchas veces por qué hacemos las cosas que hacemos. En fin. Día de lluvia tras los cristales.
La ligera palpitación de las manos hizo que escribiera por pasar el rato
y le salió un churro narrativo.
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