domingo, 24 de noviembre de 2024

 Dicho lo dicho en los dos blogs anteriores, ya casi no me queda nada que decir más que siempre, siempre, siempre, pasa el tiempo. Yo de amores ya no sé nada, pero del paso del tiempo sé mucho. Vienen horas de aburrimiento y el tiempo pasa muy lento, muy lento. Vienen días de andar con gente, de pasear, de escribir o de leer y el tiempo pasa mucho más rápido. Los domingos son indicados para que el tiempo pase despacio y si llueve o hace mal tiempo, pasa aún con más demora. A mí me da que la gente ahorra para navidad para hacer regalos y comprar productos que no los comen en todo el año. Vaya gilipollez. ¿Quieres un regalito? Sí. Bueno, pues ahí tienes una tetera. No me gusta el té. Por eso te lo compré. La gente corriente no hace regalos ni come extravagancias y les va mejor.

Mira: un niño oliendo pegamento.

No tendrá nada mejor que hacer.

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