martes, 20 de febrero de 2024

 Antes, las fábricas echaban humo. Un humo denso y negro. No sé cómo será trabajar en una fábrica pero seguro que es más suave que las antiguas labores del campo. Con un par de mulas tirando, había que arar. Y luego, segar en pleno verano. En una fábrica ya digo que no sé cómo sería. En la mina también se trabajaba mucho y a costa de perder la vida. No he visto nunca una imagen de gente trabajando en una fábrica. Lo puedo resolver en cuanto escriba esto y mirarlo por internet. El socialismo nació para defender al obrero. Lo sindicatos también defendían al obrero. ¿Hay verdaderos obreros hoy en día? No lo sé. No veo fábricas como las que el imaginario ha creado en la Revolución Industrial. Ya no echan humo. La verdad es que ahora, las labores del campo las hacen las máquinas. Las minas no están ya en Europa sino en el Tercer Mundo, donde sí que hay explotación incluso de niños. Y el socialismo, ¿a quién defiende hoy? Creo que a las mujeres que son violadas y maltratadas todos los días.

El comunismo es una secta que no ha conseguido la dictadura del proletariado.

El socialismo es su hermano menor que no ha conseguido más que subsidiar a la población por votos.


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