lunes, 12 de diciembre de 2022

He estado leyendo el tema 29 de oposición: el texto dialógico. Estructuras y características. Para que exista un diálogo o conversación, primero hay que escuchar al que habla y luego, respetar el turno de intervención. En el diálogo intervienen las características del hablante: tipo callado, que solo emite monosílabos, que no muestra interés por el que habla y por lo que dice el que habla. De este tipo de hablante hay muchos, por desgracia. Con este tipo de escuchante y hablante, mejor no hablar con él ni del tiempo, nunca te hará caso. Hay otro tipo de hablante que desvía el tema de conversación y acaba hablando de cualquier cosa menos del tema al que deberían ceñirse emisor y receptor. A estos hablantes/escuchantes es mejor decirles adiós cuanto antes y no hablar con ellos tampoco, a no ser que, por fin, se ciñan al tema que interesa o del que surgió la conversación. Hay otros emisores/receptores que sí entienden el diálogo: escuchan lo que les dices, responden respetando un turno, respetando el tema del que se habla, etc. Los dos primeros que he citado son propios de personas que tienen algún trastorno mental no diagnosticado. El último que he citado como emisor y receptor de mensajes en un diálogo goza de buena salud mental.

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