domingo, 6 de octubre de 2019

Me he dormido a las 11. Hasta las dos. Entonces me ha entrado el baile de San vito o el síndrome de la pierna inquieta. El caso es que me daban calambrazos por la piernas y por los brazos. Me he bañado en poca agua por unos momentos y parecía que ya me entraba el sueño pero los calambres han continuado, ya solo en las piernas. He ido a la cocina y he estado paseando media hora por ella. Me he tomado un somnífero que no ha dado resultado. Me he bebido un vaso de leche, he estado oyendo la radio y he dormido un poco a duermevela. Ahora son las 5 de la mañana. Otra noche de insomnio. Yo madrugaba a las 6 para ir a los institutos y por la noche había discutido con mi novia. Quizás dormía cuatro horas en total y me iba al tren a mi destino de profesor. Por eso no me asusta no dormir mucho si solo es una noche suelta como esta que he tenido. No sé a qué ha debido deberse tal impotencia para dormir pero quizás yo he estado un poco raro toda la tarde, intuyendo algún mal insospechado. No sé. No he estado bien durante toda la tarde.
Ahora hay un silencio abrumador en la calle. Nadie respira fuera de casa, nadie está haciendo lo mismo que yo o quizás sí, pues los insomnes son muchos. Voy a hacer un último intento por dormir y si no, ya no duermo en toda la noche.

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