lunes, 27 de mayo de 2019

Nos podríamos preguntar por qué existe la pobreza y nos podríamos contestar porque existe la opresión y la explotación y así sale África o países de Hispanoamérica. Luego, podríamos decir que la pobreza crea muertos y podríamos pensar en la tumba del Mediterráneo o las insuficiencias económicas de unos trabajadores a los que no les llega ni para comer. Eso quizás es el neocolonialismo. Pero el neocolonialismo (que un niño cosa nikes por un dólar al día, que unos hombres se mueran en una mina tóxica, que unas mujeres cosan y cosan prendas por sueldos malos, que a otras mujeres las prostituyan, que a otros hombres solo les quede buscar en vertederos tecnológicos que creamos en el primer mundo y les devolvemos al tercero, etc. Los llamados slams serían ejemplos de ese neocolonialismo. Pero: en esos países hay malísimos gobernantes corruptos y asesinos (y ya están independizados de la metrópoli), también hay guerras por culpa de dirigentes asquerosos. Ahora, nos podríamos preguntar por qué hay riqueza.
Hay riqueza porque hay educación. Al menos, con una educación buena, se crea riqueza humana. Para ello, el profesor debe dar ejemplo y ser honesto y el gobierno debe creer en la educación de sus ciudadanos como el mejor regalo que puede hacerlos. Así, habrá filósofos que trabajen barriendo, pero serán filósofos.

Si quieres riqueza en una nación, empieza por la educación.

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