miércoles, 18 de enero de 2017

Voy a escribir a bote pronto lo que me sugiere el trabajo; o sea el concepto de trabajo y lo que yo entiendo por trabajo. Trabajo, en español, deriva de la palabra latina "tripalium" que era una especie de cepo para herrar bestias pero también era un instrumento de tortura. Si los españoles hemos elegido esa palabra como sinónimo de "actividad remunerada" o algo así es porque la psicología del español asocia el trabajo a una tortura. Habría que ver de qué palabra deriva "work", trabajo en inglés. Lo he mirado en internet y su origen es más neutro que el origen del término español. Deriva de palabras germánicas que quieren decir "hacer" o "poner en movimiento". El trabajador inglés, por lo tanto, no tiene tantos prejuicios sobre el trabajo sino que lo ve como algo más llevadero, etimológicamente hablando o psicológicamente, a la hora de elegir este término para designar algo que nos define y al que dedicamos gran parte de nuestra vida.
Yo he oído mucho hablar de trabajo a mis padres y siempre me los imagino en sus mocedades segando, haciendo pan, trabajando con las bestias, etc. Eso sí me parece trabajo. Como tanto me han contado sobre el trabajo, trabajo agrícola duro en el que hay que agachar el lomo repetidamente, pues todo el trabajo que veo realizar hoy en día me parece una bagatela. Yo veo barrenderos que manejan un cepillo y una pala, obreros que cargan con carretillas y hacen cemento ayudados por una máquina en alguna obra de una comunidad y casi que paro de contar lo que es trabajo para mí, trabajo manual, físico.
Por contra, veo mucho oficinista con corbata. Veo mucho trabajo de oficina. Papeles, llamadas, citas, operaciones. Eso es un gran rompecabezas para la gente pues ese trabajo de cara al público en muchos casos, da mucho estrés y mala sangre que se va acumulando.
Yo puedo hablar de mi trabajo de profesor de secundaria. Es bastante bonito si se sabe estimular a los alumnos para que sean uno solo en el aula y funcionen motivados y con deseos de aprender.
No hablo más del trabajo. Tiene mala fama en España porque tenemos fama de indolentes y faltos de rigor y de que aquí, en esta nación siempre hay algo en obras que no se acaban.
En fin. El trabajo es lo que nos da de comer y todos deberíamos reverenciarlo de algún modo en vez de despreciarlo como hacemos.


El trabajo bien entendido deja tiempo al reposo.

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