domingo, 8 de septiembre de 2013

Voy a exponer mi teoría del acabamiento, teoría, por lo demás, comprobable por cualquier ser mortal en un grado más o menos sentido o vivido o comprendido.
Se trata de lo siguiente: durante nuestra infancia no somos conscientes en plenitud de lo que nos rodea; voy a decir que en esa época de nuestra vida vemos la realidad de forma infinita, no vemos límites por ninguna parte ya que los estamos descubriendo.
Cuando pasa esa época, empezamos a darnos cuenta de los límites de la vida; de que en la vida, todo se acaba de una forma u otra; vemos lo feo, empezamos a aburrirnos de las cosas, somos conscientes de que el tiempo pasa no siempre jugando, como hacíamos de niños, sino que pasa de otro modo ajeno a nuestra voluntad y nos deprimimos. Sabemos que el tiempo se nos acaba y notamos el sabor triste de la muerte por primera vez.
Eso es lo que yo llamo el acabamiento, esa sensación que nos roba la plenitud de niños y nos hace adultos limitados, conscientes de la cortedad de la vida y de la infinitud de la nada tras nuestra muerte. Y eso nos nos deja vivir y a eso hay que darle respuesta.

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