lunes, 9 de septiembre de 2013

No he leído la novela "El proceso" de Kafka pero me hago una idea de lo que cuenta en ella por el título de la misma y por el carácter atormentado de este escritor.
Cuando el destino de una persona depende de haber escrito o no un papel del que él no tenía conocimiento o de una llamada de unas instancias de las que esa persona no sabe ni su carácter ni su función pero llamada a la que tiene que dar una respuesta por absurda que sea, el destino de esa persona cambia, se agría, se malhumora porque su destino depende de unos papeles.
Así pasa a veces en la vida: un papel la condiciona de tal modo que la neurotiza ese maldito papel porque no sabemos rellenarlo porque no sabemos entenderlo porque no nos damos cuenta tan siquiera de su importancia.
A veces está en juego los estudios, el futuro de la propia existencia, cuando no la propia vida depende de un maldito papel y de un maldito proceso diseñado por la administración, ese monstruo que crean los estados.

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