Huele como un olor único que exhala una única flor. Como si todo esté rodeado de esa flor. Y no es un olor agradable si pasa mucho tiempo. Al final, cansa ese olor. Hay que hacer un esfuerzo para que ese olor no estropee las narices de la población. Es un olor penetrante que se consigue al distribuir esa flor por todos los sitios. Ya es un aroma penetrante y sucio el de esa flor. Es un olor mayoritario, abusón, terco como el olor de la mierda. No nos gusta ya ese olor, esperemos que ese olor se disperse en el aire transparente y se diluya de una vez por todas porque ese olor casi mata el sentido del olfato dejándolo inútil para otros olores. Este olor de flor delirante y enfermiza a la vez nos va a matar, nos va a llevar a no saber qué otros olores existen en el mundo. Es un olor así como de rosa, como de capullo de rosa, como de rosa rebosante e intensa. Ojalá se pudra este olor, se agote este olor, se muera este olor. No podemos más los que olemos este olor. Nos vamos a morir de olerlo todo el rato.
Hay gente que incide y reincide en una idea y la ve siempre buena.
Pero hay otra gente que ve la verdad de las ideas.
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