Cuán bella fue la vida y cuán inútil si no hiciste nada para que además de bella, fuera útil. Pero ni bella es mi vida, ni bellos estos versos absurdos. Porque, ¿qué es un verso? Un pensamiento como otro cualquiera o un invento de la mente que no llega a hacer el bien a nadie. Tengo ganas de ver necesitados y ayudarlos. Los días de hacer el bien parecen pasados, no llegados aún a mi canción. Unas huellas lejanas aparecen ante mi vista para decirme que he de seguirlas pero aquí me quedo, en este asiento, en este calor de mi casa, en este hartazgo de múltiples momentos sin la vigencia de lo útil. Y ando por el pasillo, como turrón, vacío mis intestinos y la música de la vida no llega lo dócil que yo quisiera a mi rincón hastiado. Ya no es navidad. Puedes llorar a gusto sin que nadie te lo impida.
Comí limones estrujados, sacié todas mis ganas de agua y alimento
pero no me lancé a abrir los ojos del desesperado.
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