viernes, 15 de marzo de 2024

 Natura maiorum signum Dei est. No me acuerdo de las palabras que pensé anoche que iba a poner aquí. Una novelita en tiempo presente continuo no estaría mal para centrarme. Lo que pasa es que no sé muy bien qué contar. No sé si acudir a mi pasado anterior u otro pasado más cercano. Lo que sé es que en verano no me centro para escribir nada. O aprovecho esta semana santa para pensar qué podría contar o me pilla el estío sin historia. Las palabras que tan difíciles salen de algunos, a otros le surgen como de la nada. Siempre hay que ir al término medio. Dar la información adecuada, ni pasarse ni quedarse corto. La vida es muy corta como para quedarte con secretitos absurdos sobre tu vida. Si quieres ir de misterio, la gente de tu alrededor pensará que eres un bicho raro. Y seguramente, lo seas. Por no hablar, por no responder a lo que te preguntan. La pena es que al final, si vas de ser impenetrable, la gente te huye y no quiere hablar contigo ya más. Y si vas de cotorra imparable, también te abandonan. Ya digo: la verdad está en el término medio.

Nadie sabe quién eres ni lo que haces:

la gente pasa de ti como de la mierda.

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