lunes, 18 de marzo de 2024

 Es descorazonador vivir en la ignorancia de las cosas. No me entero de nada, como me dice un amigo. Cruzo un desierto y su desolación sin nombre. La soberbia conduce al aislamiento. Impone tanto la figura de la ambición que ella sola se da de bruces contra un muro fabricado de incomprensión. Las alas de la mañana se verán cortadas por un sinfín de indiferencia. Los pájaros del amanecer pían contra la soledad. Un turbión de nubes envueltas en la decepción cruzan el cielo. No veremos el futuro con facilidad. Los escapismos cruzan la vía del tren y no llegan a ningún lado. Esta es la historia, caballeros, de un impostor que quiere hacerse pasar por perdedor. Los bueyes surcan una paz que no todos quieren. Me lo voy a pasar bien aunque sea en el desconocimiento. Las abejas siguen trabajando y trabajando. No hay nada nuevo bajo el sol. Todo está visto hace ya mucho tiempo.

Lloré atravesado de vertiginosas sombras.

Y me quedé absorto en la mañana sin saber qué pensar.

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