viernes, 20 de marzo de 2020

No hay mal que por bien no venga. Hay que aplicar este dicho sobre el coronavirus al haber paralizado el tráfico y llegar a unos niveles de CO2 en el ambiente más normales. He leído en el periódico que en China dejarán de morir 77.000 personas de muerte prematura por ese hecho. Otra cosa es la preciada vacuna que persiguen los dos gigantes, China y EEUU para parar la pandemia.
Una china llamada Chen, que es comandante del ejército, especialista en guerra bacteriológica y no sé que cuantas cosas más, está luchando por encontrar la vacuna contra el coronavirus, mal llamado "virus chino".
En China se construyeron 16 hospitales en tiempo récord y ya parece que han alcanzado el famoso pico en el que son más los curados que los enfermos por el virus. La disciplina de la población china, puesta a prueba, hizo que la pandemia no llegara a números alarmantes.
Se diagnosticó por la OMS que el foco estaba en Italia en vez de en China cuando los infectados en ese país superaron a los infectados del país oriental.
Llevamos ya el 6º día de confinamiento. No quiero saber cómo ha sido en el norte de Italia el confinamiento. Los italianos también están dando un gran ejemplo de disciplina.
Urge la vacuna para acabar con esta pesadilla asquerosa.
La lectura, la televisión y las canciones de la radio nos hacen llevaderos estos días tristes.
Lo que estuvo mal en España fue la manifestación del 8M. A cualquiera se le hubiera ocurrido prohibirla, menos a estos gobernantes de medio pelo que tenemos.

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