sábado, 28 de marzo de 2020

Creo que fue hace dos meses cuando el enemigo era el CO2. CO2 por aquí y CO2 por allá. La ecología se nos metió a todos en la cabeza y no sabíamos hablar de otra cosa. Y del plástico. Y de los osos polares, etc., etc. Todo porque Madrid acogió no sé qué encuentro de países de todo el mundo que hablaron de estas cosas.
Ahora la preocupación es la sanidad. La salud, la sanidad, los hospitales...
Yo creo que ante esta avalancha de personas infectadas por un virus hay que dejar trabajar a los profesionales, dotarles de lo necesario y poco a poco, aunque sean días los que pasarán, irán haciendo desaparecer la pandemia o la pandemia se irá sola por efecto del calor, nadie sabe muy bien. Pero deberíamos hablar menos, yo creo.
Como pasó con lo del CO2, que se habló mucho de la ecología y fue una moda efímera o una forma de insistir en lo mismo, pues ahora igual. No sirve insistir en lo mismo, sino quedarse en casa, informarse normalmente y dejar que pase el tiempo sin meterse en diatribas políticas que a nada conducen.
Yo me metido en una diatriba en este blog sobre las responsabilidades de unos y de otros y de echar la culpa al que no la tiene, etc. pero ya se me ha pasado. El que tenga poder, que haga uso de él para mejorar la vida de los ciudadanos y el que quiera escurrir el bulto, que no lo haga fácilmente.

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