viernes, 24 de enero de 2025

 Mi modus vivendi no me convence. Mis libros están en una balda de mi habitación. Dijeron mis libros de la soledad de los hombres. Dijeron mis libros de hacer el bien por el mundo. Un hombre daba consejos en una plaza abarrotada de gente. Ese hombre se basaba en la Biblia para dar un consuelo a los últimos de la Tierra, a los que no tenían nada y estaban lisiados. Me fijo en mi vida y no veo más que deseo de ayudar y que alguien me dé una conversación. Me fijo en mi vida y esa vida está sola, está desganada, está dormida en un sueño que repite pasos, costumbres y fallos. Mi vida, si se hiciera a algún camino, quizás tendría algún valor, quizás brillaría, quizás se pondría a la derecha de Dios.

Andar despacio, no pensar siquiera en volar.

Ataviarse para lo idéntico, para lo parecido, para lo de ayer. 


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