martes, 1 de noviembre de 2022

Una buena salud mental mide muy bien el bienestar de la persona en el mundo que le ha tocado vivir. Últimamente la salud mental de las personas es precaria. Mueren suicidados muchos adolescentes, las depresiones están a la orden del día, las taras mentales que dejó la pandemia ahí están, etc. Estamos en crisis. Acabo de leer que los alquileres de pisos son inasumibles en la mayoría de provincias españolas. Hay familias que viven en una habitación. La vida se ha encarecido por 100 o por 200. Hay familias que dependen de oenegés. Las oenegés ya no recaudan como antes. La pescadilla que se muerde la cola. Yo llevo una salud mental un tanto imprecisa. Voy cada tres meses con el psiquiatra, que es mucho y tomo pastillas que dan resultado con temas como la ansiedad y la angustia. Yo sufro malestar mental de vez en cuando. No sé qué hacer para pasar el tiempo sin sufrir, pero me doy con un canto en los dientes a pesar de ser enfermo mental. Estoy seguro que hay mucha gente mucho peor que yo. El otro día me dijo una amiga enferma mental que tomara "aguantoformo", el medicamento final y definitivo. Y lo estoy tomando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario