jueves, 21 de febrero de 2013

He leído en una revista de divulgación que los gorriones llenan sus nidos de colillas para evitar que aparezcan insectos en los mismos. Me gustó esa noticia porque da fe de que los fumadores somos útiles de alguna manera a los animales. Se sabe que la nicotina es un veneno en dosis adecuadas. Yo leí una novela en la que una enfermera es asesinada con nicotina. La nicotina mata. El alquitrán mata. El benceno mata. El arsénico mata. Pero podemos estar tranquilos. Todos esos venenos matan lentamente porque las dosis son más que mínimas. Lo malo es abusar ingentemente de los cigarrillos (por ejemplo, fumarse tres paquetes al día). Pero también mata la intolerancia. Hay personas que no soportan a los fumadores. Nos tienen un odio mortal porque echamos humo, un humo que al aire libre no puede ser tan mortal como pretenden. En las casas todo debe estar regulado para no molestar pero tampoco se les puede hacer pasar por calamidades a los fumadores como salir a la terraza en invierno. De hecho, el tabaco es una causa de divorcio. Lo que sí he constatado es que los fumadores tenemos una visión de la vida más hedonista y abierta que los no fumadores. Conozco no fumadores restrictivos, cerrados, discutidores y estreñidos mentales que no soportan la idea de que otros fumen. Y conozco fumadores que son abiertos, tolerantes, amables y educados y que son un encanto en general. Desde luego, siempre he  observado un mejor humor entre los fumadores que entre los no fumadores, esto parece ser una norma. Yo no dudo de que fumar es malo para el que fuma y para los que están a su alrededor pero si el que no fuma no entiende que este vicio es una adicción y a veces necesita uno fumar un cigarrillo, es que no entiende nada y así es en todos los niveles de la vida: tampoco entenderá que una persona necesite dar un paseo, charlar o echar una meada. Hay gente intransigente simplemente porque no tiene necesidades, vicios o desahogos mentales: son cerrados a todo. A lo mejor sólo les interesa la producción, el trabajo o joder a los demás cuatro placeres que hay en la vida porque ellos son incapaces de disfrutarlos. Así que fumar o no fumar comprende una visión de la vida más extensa que el sólo hábito cancerígeno expuesto: además expresa un modo de ver la vida: gusto por los placeres o coacción de los mismos. Heidi o la señorita Rottenmeyer. Tarzán en su selva o un tipo inglés mohoso y peripuesto. Los payasos de la tele o el telediario. Espero haberme explicado bien sobre qué entiendo yo por fumar o no fumar, que no se limita en muchos casos a echar humo o no echar humo. quizás sólo es una idea mía pero creo que esto que escribo lo suscribirían muchos que fuman.

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