lunes, 31 de octubre de 2022

Este blog no tiene más pretensión que pasar el rato hasta que se haga la hora y el minuto de hacer la comida. Ya son las 13 horas, así que me harán falta más blogs para llegar al objetivo de las 13:15 para freír unos garbanzos y calentar un poco de lacón. La vida se tensa bastante. Cada Navidad es peor que la anterior. Cada festejo está más deslucido que los del año pasado. La bolsa de la compra casi no pesa nada pero pesa mucho en el bolsillo. No sé a ciencia cierta, por lo que dice el gobierno (esa inmensa nave de locos formada por presidente y 23 ministros nada menos), si España tira para adelante o está varada en una crisis napoleónica. La televisión divierte concienzudamente la cola del hambre, la inflación, las consecuencias reales de la guerra en España que nadie explica. Vamos todos en el mismo barco pero unos se dedican a azuzar las diferencias entre los españoles basándose en el sexo: mujeres contra hombres, homosexuales contra heterosexuales... También azuza el gobierno las diferencias entre los españoles llamando a unos fascistas, militantes de Vox, como un periodista gilipollas que dice que "uno de Vox me ha insultado". ¿Cómo podía saber que era de Vox?, le contesta un dirigente de Vox. Y el come mierda de periodista dice que se lo ha preguntado al que le ha insultado. O sea: "es usted un gilipollas". Y contesta el periodista: "¿Es usted de Vox? La política del odio, pero también orquestada desde el poder insultando y descalificando a la oposición llamando sin tapujos a toda la derecha española "extrema derecha". Bueno. Se me ha hecho el tiempo de hacer la comida. La política de hoy es una política de la descalificación, pero no solo de unos sino de todos contra todos. Y mentiras y falsedades y buscando humillar al adversario. Estas actitudes traerán tormentas en el futuro. Ya lo veremos.

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