domingo, 29 de septiembre de 2019

Si a una persona la desprecian gente peor que ella y ella se lo cree, esta persona debe ponerse a pensar y a aclarar sus sentimientos. Si los que la desprecian siempre están con cara de palo, son maleducados, se creen algo y no son más que máscaras de sí mismos, no tienen sentido del humor alguno, son materialistas, niegan a los demás y los critican siempre, no dan muestras de cariño a nadie, discuten con frecuencia, no son claros, van siempre por la espalda, inventan y mienten para llevar la razón y así un montón de defectos que se observan en estos que se creen superiores a los demás y quieren que los demás se sientan inferiores a ellos solo por su sola presencia. Si luego resulta que también son incultos, que lo único que hacen es vestir muy a la moda y seguir todas las modas absurdas de este mundo (ya que no tienen criterio propio y no saben ni siquiera lo que quieren, lo tienen que buscar en revistas de moda), preguntan cosas absurdas y sin sentido al que desprecian para despistarle, etc. etc. etc.
La persona despreciada por estos que sí son dignos de desprecio debe dar la vuelta a la tortilla o si no, no hacerles ni puto caso a esta gente que está vacía por dentro, que no tiene ni un solo ideal, cuyo horizonte es el dinero y las posesiones porque no han leído un libro en su puta vida, no saben ni a manteca y siempre, siempre, siempre quieren llevar la razón.
Pero hay que hacerles caso omiso, hay que desbancar su falsedad de gente superior no haciéndoles ni puto caso y no sufrir ni un segundo por lo que te han dicho o el gesto de desprecio que te han hecho. Es lo único que saben hacer: despreciar. Pues desprécialos tú a ellos y ya está.

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