jueves, 8 de febrero de 2018

Hoy me he levantado con el pie izquierdo. Me he sentido muy deprimido toda la mañana. No me hablo con mi hermano, no sé muy bien por qué. Bueno, es que me ha despertado dos noches seguidas por ir a recenar y hacer ruido en la cocina.
Ayer me examiné en un centro de la Uned que está en un barrio deprimido. Luego cogí el autobús 17 y me fui a la Plaza Mayor. Me lo pasé bien.
Una idea que tengo constante es que no sé si yo debería ser de izquierdas. La gente que conozco que es de izquierdas piensan que no se puede ser de otra manera que de izquierdas. Son verdaderos fanáticos. Se puede ser de izquierdas para unas cosas y para otras no, o siempre se ha de ser de izquierdas. Yo tengo un cuñado que siempre ha estado resentido de las injusticias y del tema de que haya pobres y ricos pero no ha hecho más que dar voces en la comida sobre ese tema. Ha llegado a decir que el alfabeto es un invento de los ricos para oprimir a los pobres. No ha hecho nada práctico en su vida para resolver ese tema que siempre saca a colación. Luego, he conocido a otro amigo que siempre piensa que los inmigrantes, las mujeres, etc están oprimidos y también tiene un alto sentido de la injusticia y del mal reparto de las riquezas. Pero no ha hecho nada para remediarlas. Solo discutir con todos los que somos sus amigos sobre ese tema tan debatido. Luego, he conocido a otro amigo, aunque le veo menos, que también sufre porque unos pocos tienen mucho y son los poderosos y la mayoría no tiene nada y tiene que aguantar a los poderosos. A mí toda esta gente me revienta bastante porque no está a gusto con la vida y quiere que los demás tampoco lo estemos. Dan voces, gritan, se ponen frenéticos para nada.
La verdad es que si yo fuera de izquierdas me apuntaría a algún partido o algo que fuera de verdad de izquierdas y no daría tantas voces ni molestaría tanto a la gente con el coñazo ese de las izquierdas.
Las izquierdas a mí me dan igual pero la gente esta que conozco que dice ser de izquierdas me pone malo, pienso en ellos como gente indeseable que se ha cruzado en mi vida y me la ha amargado bastante porque yo ya tengo cosas en qué pensar que no sean las putas izquierdas del demonio. A la mierda las izquierdas y los izquierdosos estos de mierda que ven un pobre por la calle y no el dan ni cinco céntimos.

La izquierda está bien, si se aplicara de una puta vez.

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