lunes, 15 de junio de 2020

Los lunes, como hoy, me levanto de mal talante, huraño y vencido. Y coincide que es el día de la compra semanal. Como no sabía que hacer en casa, me he ido a dar una vuelta por Majadahonda. Hay mucha gente mayor, algunos impedidos en una silla de ruedas, otros paseando la mañana en grupo, otros comprando y todos parecen felices de hallar en sus bolsillos un día más que vivir.
Yo me he levantado hoy con las ganas que me vienen a veces de viajar, de ver mundo pero al salir a la calle se me han quitado las ganas al cruzarme con mis congéneres.
Ya no tengo pensamientos para esos miembros de la familia que hicieron cosas absurdas en el pasado para cabrearme. Ya no se para mi mente en sus personas, ya todo me da igual y salgo ganando.
Ya vengo de hacer la compra. Ya estoy tranquilo.
He visto a un vecino que trabaja de camarero y he charlado con él. En su conversación sale el desánimo de la vida.
El desánimo de la vida ya ha pasado. 
Esta tarde iré a caminar. Y eso es todo.

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