jueves, 2 de enero de 2020

Los fines de semana yo me los pasaba hasta las 7 de la madrugada bailando. Hubo gilipollas que me dijo: don sin din, cojones en latín. Era un chico muy listo, que se creía más listo que nadie mientras servía copas. Así que entiendo a la juventud. Pero, ¿tanta droga, tanto desmadre? ¿A qué viene? La juventud ha perdido el norte y es la savia del mundo. Yo lo siento por ellos.
Habrá siempre jóvenes que saben lo que hacen.
No llueve ni de día ni de noche. Es una pena. La lluvia sería la solución a muchos problemas mentales.
Nadie nunca sabrá lo que yo quiero a la lluvia.
Es como una novia que no te hace caso cuando no se hace presente.

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