domingo, 5 de enero de 2020

Ayer me levanté de la cama (no era todavía muy de noche) porque intuí que en las pertenencias de mi hermano Paco que está en la planta de psiquiatría no estaban sus llaves de casa. Busqué y rebusqué y las llaves no aparecieron. En el hospital, cuando te ingresan, te requisan el móvil, la cartera y todas las pertenencias y te dejan con un pijama. Pero las llaves de casa de mi hermano no estaban en la bolsa que con esmero preparó mi madre.
Llamé a mi padre y se lo dije y él me dijo que ya lo resolveríamos mañana. Llamé a mi hermana y me dijo que ella no sabía nada.
He rebuscado esta mañana por la casa de mis padres y no las he encontrado (las llaves). No sé qué haya podido ocurrir con las malditas llaves. Hoy voy a ver a mi hermano en el hospital y a ver qué me dicen allí.
He ido a la planta de psiquiatría y eso parecía un funeral. Un tipo muy desagradable me ha abierto. Paco me ha recibido. Hemos ido al salón de estar y había una gordorra tumbada, una anciana lloriqueando y un tipo alto desgradable también. Les pregunto a los de la oficina o como se llame eso y me dicen que mi hermano vino sin llaves. Qué irresponsables. Estoy mosqueado con esto de las llaves. El martes preguntaré en objetos perdidos del hospital.

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