sábado, 11 de enero de 2020

Dice uno que en no sé qué elecciones federales o de otro tipo en la sede de PSOE, que un felón al que todos conocemos, se metió detrás de unas cortinas y llenó las urnas de sus propios votos. Dice ese mismo que las urnas parecían tripas de gorrino y que solo faltaba el pimentón. A este acto lo llamamos en mi pueblo embusar. Así que el tío que parece que nos va a gobernar estos años venideros con una cohorte ministerial que parece una agencia de colocación, es un ratero de cuidado y, como dijo otra una vez, un tío rabanero que no deja hablar y llama indecente a un señor mayor que él ante todos los españoles y ya no le dejó hablar a ese señor en todo el "debate" de mierda que hubo. Y a este mentiroso del brusismo, de la sonrisa forzada le hemos de aguantar.
Digo yo que si esta bazofia de gobierno triunfará. Mira, a lo mejor funciona como en Portugal, que les va muy bien con los de izquierda. Pero tenemos en este galimatías de gobierno con ínfulas progresistas a los herederos de Eta que no han condenado los crímenes. También tenemos a uno de Teruel que se ha llenado los bolsillos votando sí que pasba por allí. Pero lo peor, lo peorcito de todo es que tenemos a esos catalanes que llaman bestias al resto de España y queman lo que haya que quemar.
Por lo tanto, esto no es Portugal.
Lo que yo pienso en consecuencia es que si los españoles nos dedicaramos a hacer cada uno lo que tuviéramos que hacer (ir al cine, trabajar, tener hijos, montar en bici, llamar gilipollas al cuñao, etc), no nos iría tan mal.
En vez de eso, votamos a un mentiroso y agitamos banderas falsas y nos enzarzamos en ideologías asquerosas que nos dividen mientras unos chiquilicuatres, unos saltimbanquis de la política nos roban, nos engañan y nos mienten, Así va España.

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