lunes, 25 de noviembre de 2019

Cuando pasas de un estado negativo en tu mente creado por obsesiones o pequeños temores o ideas recurrrentes malas que no conducen a nada más que a preocuparte a un estado positivo en el que ves algo de luz sobre aquello que te preocupaba porque has dejado de pensar en esos temores o ideas amenazantes o ideas que se te venían a la cabeza nada más que a crearte malestar mental, deseas que ese estado positivo crezca o permanezca y que las personas o sucesos que te los creaban no vuelvan a rondar tu espíritu de ninguna manera. Hoy he tenido una mañana entretenida y he hecho cosas nuevas que no hacía hace mucho tiempo. Esa novedad me ha permitido tomar un poco de distancia sobre aquellas personas o asuntos que me preocupaban y he dejado de pensar en ellos. Lo bonito sería llamar a esas personas y hablar con ellas y decirles que a qué vienen tantas gilipolleces suyas y que me dejen en paz para siempre, que no se vuelvan a meter en mi vida y mandarlas a tomar por culo. Pero parece que eso no se puede hacer por las putas normas sociales.
De todos modos, sus apariciones en mi vida son totalmente ilógicas y de verdaderos trastornados como para tomarlas en cuenta, pero a veces se queda uno con ganas de que le expliquen de dónde proceden esos trastornos de esas personas que no hacen más que el gilipollas a más no poder y molestar a la gente. Luego tardas en darte cuenta que se trata de fantasmas gilipollas aquellas personas que inventan maneras de molestar a los de su alrededor y luego ellas ni se inmutan.
Que las den mucho por culo.

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