lunes, 4 de diciembre de 2017

El experimento de la rana en el agua da fe de la tolerancia que tenemos los seres humanos con las adicciones. Si tiramos una rana en el agua muy caliente, la rana da un salto y se salva. Pero si la echamos en agua templada y la vamos calentando gradualmente, la rana muere escaldada sin darse cuenta. Así obramos los adictos a algo. Un cigarrito tras otro parece que no hace daño pero al cabo de los años, te envenena. Y si estaba previsto, por la fortaleza de tu cuerpo y mente, que vivieras hasta los 90, mueres a los 80 o 70 por efecto del tabaco. Y no digamos las drogas. U otro tipo de adicción que te tiene con el corazón latiendo como un poseso a todas horas (me refiero al sexo) y te hace hacer cosas que nunca piensas. La adicción es como el vaso de vino que se bebió el monje de la Edad Media y este simple hecho le hizo cometer todos los crímenes vetados por el decálogo. Me acuerdo cuando traduje en la universidad este cuentecillo en latín vulgar. Me hizo pensar que no veas. Un cigarrito y te vas al garete. Un vaso y comienzan todos tus males.
Por otro lado, mi proyecto de novela se va a quedar en un relato lo más largo que pueda yo imaginarme. Para hacer la novela con ese tema me tenía que documentar o yo me imponía a mí mismo tontamente, documentarme, y ya me estaba hartando tanta documentación. Tendría que saber cómo se vivía en los años 50, 60 y 70 en España y eso era mucha tela que cortar.
He olvidado a la chica del cortejo por la simple razón de que ella me ha olvidado a mí totalmente. Es una chica que piensa en su bienestar físico y mental. No le gustaba la literatura. Yo no entro en sus planes de perfeccionamiento. A lo mejor yo era un estorbo para esos planes.
La vida la paso sin viajar ni ver nada especial (un paisaje, una iglesia, una plaza, una calle, un señor o señora extravagante). Mi vida es siempre lo mismo. Soy como la rana que se está templando y morirá olvidando el agua fría de su charca antigua.
Pero todo va bien. Como, no paso excesivo frío y escribo de vez en cuando.


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